Homos Sapiens

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Siempre me han despertado gran curiosidad las construcciones humanas, cómo el universo que nos rodea día a día -y que cada nueva generación toma como punto de partida- es una consecución de peldaños que data de demasiado tiempo atrás. La forma mas ultimada de comunicación que utilicemos hoy posa firmemente sus pies en aquellos antepasados que se reunía encorvados junto al fuego con la necesidad de transmitir algo. Pensando en siglos de civilizaciones, culturas y revoluciones como ladrillos de una misma construcción, de la cual todos formamos parte -buscando quizás nuestra Torre de Babel- llevamos al limite nuestra adquirida habilidad de simbolizar.
Cada día mas, los significados se comprimen y cada mínima expresión cumple ampliamente el afán de comunicar. Las sonrisas se traducen en dos caracteres y como hace casi 10 años nos cantaba "Divididos" los besos son por celular.
En el presente simbolizar es la única forma de ser y de transcender. Que lejos estamos hoy de nosotros mismos ante ese fuego de la evolución y cuanto mas lejos estamos aun del suelo. Aquel suelo del pasado, donde al asomarnos el vértigo nos encuentra, mas cerca del temor que de la admiración.

Quien pudiera...

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Toda mujer que se precie de soñadora standard repaso millones de veces largas historias de amor donde ella misma, fuera la doncella en disputa. Hasta sin tomar los clásicos casos de Julieta o una cinematográfica Ilsa Lund, se pueden encontrar ejemplo por doquier de damiselas que sin mayor esfuerzo le quitan el sueño a los hombres.  Mujeres que presentan virtudes incomparables frente a los ojos y corazones masculinos; virtudes que a la mayoría de nosotras, no nos tocan. Depende el gusto de la soñadora sera en el cine, la música, la televisión o literatura donde encuentre sus historias, las mías en particular están en la música o la literatura, géneros nobles si los hay. He soñado innumerable cantidad de veces ser la misteriosa Maria Iribarne a la que mata el atormentado pintor en "El Tunel" de Sabato; la calida Adela que describe Alejandro Casona en "La Dama del alba", ocupando vidas viejas y despertando amores nuevos o la inspiradora y verdadera Matilde de Neruda.Y para agravar esa vieja costumbre de soñar, las canciones nos repiten al oído lo especiales que somos con nombres que no son los nuestros; cuando el calor llega esta parte del planeta y el sol se deja ver mas de lo habitual todas soñamos ser la inigualable "Garota de Ipanema" de Vinicius de Moraes y Tom Jobim; cuando en la melancolía buscamos viejos discos nos posee la eterna "Lucia" de Serrat; sintiéndonos desdichadas y peregrinas nos imaginamos la vida como "La Lola" de Cafe Quijano y con algo de orgullo nacionalista somos la cotidiana "Paulita" de Sabina o aunque sea su anónima "Rubia de la cuarta fila".
Por ningún motivo en especial en mis ensoñaciones se lleva los laureles la altiva "Flaca" de Jarabe de Palo, con una presencia envidiable, con esas vidas desordenadas que tanto le gustan a ciertos hombres, con ese sabor a inconveniencia que los atrae como imán. Es una pena que mi imaginacion no sea tan prospera para lograr ser ella y que de todas las canciones que pedí, no tenga ninguna.

Stardust

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Fue Carl Sagan quien dijo algo asi como "somos polvo de estrellas", refiriendose en forma indudable a nuestra composicion quimica y del mundo que nos rodea.
Pensarnos emparentados con los astros puede causar dos sensaciones visiblemente encontradas: sentirnos enaltecidos por compartir materia con el todo, por ser parte, de alguna manera, de ese espectaculo que puede verse en las noches despejadas de nubes y civilizacion; o sentirnos minusculos en el infinito universo, sin que nosotros los unicos pensantes a la vista, cambiemos el curso de las cosas. Somos parte del todo y seguiremos la suerte del todo.
El ser humano trata de buscar los inicios del universo y miran embelezados su nuevo gran juguete, la llamada "maquina de Dios", buscando en el origen del todo, nuestro origen. Necesitamos saber todo, cuanto mide, si se expando o si ya empezo a destruirse, como si eso de alguna manera evitara que sucediera un Big Crush y volver a cero.
En su "Canto Cosmico" Ernesto Cardenal versó: "¿Qué hay en una estrella? Nosotros mismos", las personas que intentamos perdurar con ideas, con hijos, con fortuna, con apellido, con obras, con todo lo que encontramos no vemos la belleza de ser nosostros quienes perpetuamos estrellas y quienes en algun momento, sin que podamos evitarlo ni postergalos, volveremos a formar una constelacion lejana, brillando ante otros ojos.
Esa idea ilumina mi pensamiento cuando escucho palabras tan simples y tan irremediables que tienen sabor a verdad..."No dejaremos huella,
sólo polvo de estrellas."

Umbilicus

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Segun Wikipedia el KM 0 es: "una localización geográfica singular(..)desde la que se miden las distancias", para los romanos era donde conducian todos los caminos y hoy pareceria ser de donde los caminantes se alejan. Si uno mira Buenos Aires al atardecer parece un gran hormiguero alborotado, donde todos siguen al sol que se retira. EL tumulto se aleja con poca cara de pertencer a la metropoli gris, que con las luces parece tomar vida autonoma de quienes la habitan, como si la gran colmena existiese desde siempre.
Para quien vive en un barrio de casas bajas, las grandes ciudades tienen un rumor a dinamica y movimiento que dejan atras cada dia y reencuentran en la humedad de las mañanas. Posiblemente la mayoria de las ciudades funcionen asi, versiones locales de una misma obra, distintos modimos, distinta ropa, cambio de caras pero la misma esencia.
Cada dia que el azar, la conveniencia o lo inevitable me lleva por la Plaza del Congreso miro el aire como buscando que es lo que empuja desde ese centro, la vida hacia los suburbios.
La ciudas nos llena de herramientas, diversion, de planes que deberiamos hacer en el tiempo que ya le vendimos, un gran agujero negro que nos libera con la calma seguridad de volvernos a ver.
Escuchando a quien canta: "respira en el centro de la ciudad el alma que se pierde al escapar" casi nada hace falta para sentirse romano en camino...